Tony Salgado
Febrero, 2022
A fines del siglo XIX y comienzos del XX, hace solo un poco más de 100 años, nuestros abuelos o bisabuelos se vieron permanentemente vulnerados por súbitos cambios de paradigmas, que no habían estado en la imaginación de los más ilustres eruditos de la época.
¿Se imaginan? Volar con algo más pesado que el aire, misteriosas conexiones de cables que permitían la emisión de una luz mucho más potente que las velas, maquinarias que funcionando a vapor eran capaces de arrastrar miles de toneladas de cargas, carruajes con cuatro ruedas, un motor para impulsarlos y un volante para dirigirlos, sin acudir a los consabidos equinos para transportarlos a grandes distancias.
Todo ello luego de la Primera Revolución Industrial, de la mano de la fabricación masiva del automóvil. ¡Y ni el diablo ni las brujas estaban detrás de todo esto…!
Y, sin embargo, pudieron asimilar todo ello, sobrevivieron, la vida les resultó mucho más sencilla y pudieron disfrutar de dichos adelantos tecnológicos.
¡Pues bien, ahora, lo queramos o no, nos tocará a nosotros!
De la mano de los Datos Masivos, el Aprendizaje Automático y la Transformación Digital, a los que luego se sumará la Computación Cuántica, estamos a la puerta de la Nueva Revolución Industrial, de proporciones infinitamente superiores a las que caracterizaron a su antecesora, un siglo atrás.
Bien es sabido al día de hoy que más de la mitad de los puestos de trabajo que serán requeridos para el año 2050 aún no han sido inventados, lo que ya de por sí debe comenzar a preocuparnos a los adultos, en especial al reflexionar sobre el futuro de nuestros hijos y nietos.
Dado que dichos puestos aun no existen, la consecuencia inmediata es que muchos de los actuales no sobrevivirán a los avances de la tecnología y serán reemplazados por los nuevos; y eso no haría más que aumentar la brecha entre los ricos y los pobres.
Es mi intención que Trazando Surcos sea de ahora en más la tribuna donde podrán encontrar todo el material al que podamos acceder a través de distintos medios para ponerlo a disposición de nuestros lectores, en un intento de morigerar el impacto de este gran fenómeno social que se avecina.
Entre las actividades que se realizan actualmente, menciono solo a modo de referencia, algunas que se verán más expuestas a mantener su continuidad:
Documentalistas en papel: No podrán competir con superprocesadores de información, manejo de grandes volúmenes de datos y digitalizadores más potentes.
Administrativos bancarios: Sus peligros serán la banca móvil, asistentes virtuales telefónicos y atención inteligente al público mediante chatbots.
Agencias de viajes: Internet continuará su auge en lo relativo a vuelos, departamentos, descuentos, ofertas, etc.
Operarios de imprenta: El trasvase progresivo del formato papel al canal digital causarán un dolor de cabeza a las empresas de impresión. Otro tanto podrá ocurrir en los próximos años en el mundo de las editoriales.
Moldeado de metal y plástico: Los encargados de controles a mano se reemplazarán por la mecanización de los procesos, como verter y regular el flujo de metal fundido en moldes para piezas fundidas o lingotes.
Costureros y operarios textiles: Aquellos asociados al desarrollo de patrones, marcaje o corte de tejidos o prendas, enfrentarán el peligro de la robotización.
Relojería: Los encargados de reparar y limpiar relojes serán afectados cuando estos sean considerados como un dispositivo más, frente a la invasión de los smartwatches.
Joyería minorista: Los clientes prefieren comprar bisutería low cost diseñaba en 3D, esperar a que se oxide y tirarla, antes que gastarse productos de lujo.
Taxistas, conductores de autobuses y repartidores: Nuevos algoritmos de tránsito presentarán una seria competencia a estas actividades,
Técnicos ferroviarios: Si los coches se van a automatizar, los trenes no van a ser menos y las personas encargadas de la monitorización de obstáculos podrían ver su empleo en peligro.
Construcción de casas: Una de las amenazas más inminentes, las casas prefabricadas. Ya sea para moverlas o instalarlas, se vislumbra una fábrica gigantesca de hogares prefabricados a gran escala.
Cocineros de comida rápida: debido a la gran posibilidad de automatizar sus procesos de comida, creando un producto atractivo y con igual gusto y presentación.
Los trabajos que más resistirán a la Tercera Revolución Industrial serán, por ahora, aquellos asociados al conocimiento, la subjetividad y el valor humano, como los ingenieros, arquitectos, médicos, profesionales de la salud en general, profesores, trabajadores sociales y artistas, entre varios otros.
La contrapartida de estas malas noticias es que ya comienzan a aparecer las profesiones del futuro próximo, muy bien remuneradas, y ligadas al uso de las TIC.
Serán muy buscados aquellos que se dediquen al manejo de grandes volúmenes de datos, los expertos en la optimización de los motores de búsquedas, los científicos de datos, los profesionales de la analítica web y, en general, aquellos cuyas profesiones estén ligadas al aprendizaje automático, la transformación digital y las aplicaciones asociadas a la computación cuántica.
Reiterando un concepto mencionado antes, esta es solo la fotografía al día de hoy, pero el resto de la película está aún sin ser creado.
Nuestro compromiso es seguir de cerca este desarrollo e ir haciéndolo conocer a nuestros miembros a medida que podamos acceder al mismo, ya que entiendo que estos anticipos constituyen un elemento sumamente importante para lograr que la paz social acompañe en todo momento al desarrollo tecnológico, y que el mismo no termine generando un notorio colectivo de desocupados...
El único agregado que se me ocurre incluir en el informe es destacar el hecho de que hacer el relevamiento de la situación actual de este fenómeno, indagar sobre su trayectoria hasta hoy, así como su posible evolución futura, no es una tarea trivial ni mucho menos.
La Nueva Revolución Industrial involucra un gran número de tecnologías de alta complejidad, lo que requiere un profundo trabajo de inteligencia y comparación entre distintas fuentes de información.
Creo que el esfuerzo vale la pena porque llevándolo a cabo podremos, por lo menos, reducir o demorar el impacto provocado por el cambio simultáneo de varios paradigmas actuales en las fuentes de trabajo tradicionales.
Si, como yo, creés que esto es realmente importante, podrás mantenerte al tanto de qué nuevos rumbos son factibles a corto y mediano plazo, con los cuales conviene comenzar a familiarizarse periódicamente y de qué modo.
Para ello, si me acompañas con tu membresía gratuita de Trazando Surcos, recibirás nuestro Newsletter sobre éste y otros temas interesantes!
Te agradezco el tiempo que le has dedicado a la lectura de este artículo.
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