Sarah Romero, Periodista, 2023
Echamos un vistazo a nuestro futuro, en el año 2100, de la mano de la inteligencia artificial.
¿Cómo será el mundo en ese momento?
La herramienta de IA GPT-4, al ser preguntada por cómo funcionará la sociedad para dentro de unas pocas décadas, ve claramente una inclusión íntima de la IA en nuestra vida cotidiana, para empezar.
Si ya está cambiando muchos aspectos de nuestra vida, para 2100, la IA podría ser tan omnipresente como lo es hoy la electricidad. La IA será esa fuerza invisible y silenciosa como lo es la electricidad.
La mayoría de nuestras tareas cotidianas serán realizadas por inteligencia artificial: desde cocinar hasta limpiar, desde las compras hasta el entretenimiento, todo será optimizado, personalizado y automatizado por una IA.
Transportes
Como muchos ya imaginan, la forma en que viajaremos también cambiará drásticamente.
Los vehículos autónomos serán la norma, no la novedad. Coches, autobuses, trenes e incluso aviones todos ellos podrían funcionar de forma autónoma.
Se acabaron los atascos y los accidentes, ya que estos vehículos se comunicarán entre sí para optimizar el flujo del tráfico y evitar colisiones.
Y no nos moveremos solo por la superficie.
El turismo espacial podría llegar a ser tan común como lo es hoy un viaje a otro país. Con empresas como SpaceX avanzando en los viajes espaciales y una gran cantidad de compañías programando viajes turísticos al espacio, para el año 2100, ¡podríamos estar de vacaciones en Marte!
Ciudades más verdes
Afortunadamente, nuestras ciudades urbanas podrían convertirse en verdaderas "junglas urbanas", donde la naturaleza y la arquitectura aparecen muy entrelazadas junto a la tecnología.
GPT-4 imagina rascacielos cubiertos de vegetación, absorbiendo dióxido de carbono, produciendo oxígeno y proporcionando hábitats para una variedad de especies.
Todo repleto, además, de granjas verticales de varios pisos que utilizan hidroponía y luz artificial para cultivar.
Las nuevas fuentes de energía limpia podrían ser tan comunes como las ventanas, usando biocombustibles de algas o energía generada a partir de nuestras actividades diarias.
Salud
Quizá el campo que sufra una evolución más transformadora.
En el año 2100 podríamos vivir con un pequeño dispositivo acoplado al torrente sanguíneo capaz de monitorear la salud en tiempo real, prediciendo enfermedades incluso antes de que aparecieran los síntomas; un médico de guardia que nunca descansa, que dedica las 24 horas del día en vigilar nuestra salud.
Los avances biotecnológicos también podrían conducir a una medicina personalizada, donde los tratamientos se adaptan a su estructura genética única.
Además, quizá no seamos aún inmortales, pero el envejecimiento podría tratarse como una "enfermedad" más que puede retardarse o incluso revertirse y nuestra esperanza de vida podría aumentar significativamente, tal vez hasta 150 años o más.
Tecnología en todo
El Internet de las Cosas (IoT) se convertirá en el Internet de Todo.
Dispositivos, electrodomésticos, vehículos, edificios e incluso ciudades estarán interconectados, intercambiando datos e interactuando en tiempo real.
Nuestro coche se comunicará con la máquina de café para que, en el momento en que llegues a casa, nos esté esperando una taza de café recién hecho. Y como este ejemplo, muchos más.
Por si esto fuera poco, la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR) podrían ser parte de nuestra vida diaria.
Ya sea para entretenimiento, educación o interacción social, estas tecnologías ofrecerán experiencias inmersivas que desdibujarán la línea entre los mundos físico y digital con un realismo sin precedentes.
Pese a todo ello, a la IA también le preocupan los riesgos.
Plantea que los problemas de privacidad, la seguridad de los datos y la posible dependencia tecnológica se convertirán en preocupaciones perfectamente válidas en la sociedad, por lo que habrá que preservar que tanto el uso como el desarrollo de estas tecnologías apunten a un camino responsable y respetuoso con los ciudadanos.
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