Mirar
Rev. Jaume Aymar, Párroco de la Iglesia de Santa María, de Badalona.
“Dicen que un padre rico, con su hijo rico, subieron a una montaña alta. El padre le dijo a su hijo: ¡Mira, hijo, un día todo esto será tuyo!
Luego, en la misma cima subieron un padre pobre con un hijo pobre y le dijo simplemente: ¡Mira!
No le podía dar nada más, nunca aquel paisaje sería posesión suya, pero le daba la riqueza de mirar con ojos de gratuidad.
Una vez, arriba de un avión, un buen amigo me invitó a mirar por la ventanilla. El paisaje desde el cielo era extraordinario. Me dijo: ¡Mira! Es una fiesta para los ojos.
Me escribía hace poco otro buen amigo, diciéndome: Tengo ganas de volver a verte. ¡Pero es invidente desde su nacimiento! A pesar de ello, nos vemos.
La madre de una feligresa, Merced, hacía años que era ciega; pero Merced me contó con emoción que a la hora de morir su mirada se volvió especialmente clara y me dijo: Estoy segura de que mi madre, en aquellos últimos momentos, veía”.
- No es lo mismo ver que mirar. Ver es, mediante el sentido de la vista, percibir objetos gracias a la acción de la luz. Mirar, por el contrario, es focalizar la vista en ese objeto, aplicando la atención. Ver alude a una capacidad física, mirar es un acto deliberado de voluntad. Vemos todo lo que miramos. No miramos todo lo que vemos.
- Así pués, creo que los relatos del p. Aymar se refieren más a mirar que a ver e, incluso en el caso de los invidentes, contradicen el paradigma de que para mirar hay que ver. En esos casos, reemplazaría ver por imaginar o intuir. Su amigo y la madre de la feligresa veían, imaginando las circunstancias.
- La intencionalidad del mensaje es clara y creo que todos, en algunos momentos, llegamos a mirar un hecho en nuestras vidas con los ojos cerrados. En general, esos hechos fueron muy importantes para nosotros.
Habiendo leído la nota... ¿Recordás situaciones importantes en tu vida que las hayas mirado con toda tu atención puesta en ellas? si te animas, a modo de inspiración, te invito a compartir la respuesta en los comentarios con alguna reflexión que hayas tenido.
Muchas gracias por leer una vez más,
Tony Salgado
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