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Foto del escritorTony Salgado

Escribir en tiempos millennials

Estimados lectores,

Traigo este artículo porque entiendo que representa una luz de esperanza que muestra cómo pueden florecer los auténticos valores literarios en una sociedad cada vez más sumergida en la inmediatez de los logros efímeros, medidos por la cantidad de clics, seguidores, “me gusta” y ¿amigos?, entre otros parámetros de reciente aparición.

La irrupción de este último paradigma intenta transformar en obsoleto algo que nos fue legado por generaciones y generaciones, donde la lectura de cada tema era profunda y duraba el tiempo que fuese menester para asimilar e incorporar los conocimientos que se adquirían.

Hoy una lectura que lleve más de dos minutos ya resulta dudosa en cuanto a brindarle nuestra atención y más de tres, inaceptable.

El caso de María Reig es una bocanada de aire fresco en cuanto al contenido de su libro, también hay muchas personas dispuestas a “invertir” su tiempo en su enriquecimiento cultural; y no “gastarlo” en el nuevo paradigma.

Ojalá haya muchas otras María que vayan asegurando ese terreno, en peligro de extinción.

María Reig: de montar un ‘crowdfunding’ para su libro, a ser una superventas

Elena Vierna Carrasco

El País. Agosto 2021


“Ninguna editorial quiso su manuscrito.

Montó entonces un ‘crowdfunding’ (micromecenazgo), y se lo autopublicó. Una editorial la fichó luego de ello.

Con 25 años, María Reig lo dejó todo por la novela histórica y se convirtió en un fenómeno de ventas.

Bajo la sombra, antes de la hora y con una bolsa de deporte llena de referentes —de Jane Austen a Carlos Ruiz Zafón—, apuntes y documentos, María Reig (Barcelona, 28 años) espera en la puerta de la confitería El Riojano.

Los kilos que carga al hombro son parte del material con el que trabaja. El local, uno de los pocos escenarios del centro de Madrid que aparecen en su libro y han sobrevivido al paso del tiempo.

Desde entonces los mecenas fueron con ella de la mano, a pesar del fichaje de una editorial. El éxito de la financiación fue de boca en boca hasta llegar a Gonzalo Albert, su editor de Suma de Letras. “Lo que más llamó mi atención es que ella sabía que para publicar una novela hacía falta algo más que escribirla”, explica Albert.

Aquel fue solo el despegue de lo que vino luego: 75.000 ejemplares vendidos, 15 ediciones, premio al Mejor Debut Literario del Año de El Corte Inglés, y una segunda novela —­Una promesa de juventud, que transcurre en la Suiza de la Segunda Guerra Mundial—, en la que ya trabajaba antes de lanzar la primera para “tener un plan b”.

La receta de Reig para dar con sus historias es elegir un lugar para viajar al pasado: “La escritura y la historia son mis dos grandes compañeras de viaje”. Leer una antología poética con una biografía de su tatarabuelo fue el detonante de Papel y tinta. Se vio reflejada en las aficiones de su familiar, periodista y poeta, y se dijo: “Si hubiera nacido en su época y hubiera querido tener la misma vida que él, ¿qué posibilidades habría tenido?”.

Sus relatos son el resultado de las tres versiones de sí misma que lleva alimentando durante años. Su yo periodístico se hace las preguntas, el historiador las responde y el escritor las sella en novelas. Ahora, sus cuadernos rebosan apuntes sobre la tercera, que ya está en el horno.

El éxito no le permite descansar del todo. “Es una carrera de fondo, hay que ser profesional todos los días, y aun así nadie te garantiza nada”, dice convencida. Su padrino profesional, Gonzalo Albert, lo tiene muy claro: “Es una gran novelista”. Pero ella, pese a todo, no despega los pies del suelo: La última palabra la tienen los lectores, afirma”.


Después de haber escrito catorce libros en otros tantos años, en especial luego de mi jubilación, el espíritu que siempre me animó fue el de hacerlos trascender desde mi persona, como un reflejo de mis sentimientos, pensamientos e ilusiones, para que quienes los leyeran, en el momento que fuese, supieran que soy o fui. Tan solo eso.

Jamás me animó ningún interés de lucro o beneficios de ningún tipo. Tanto es así que estaban subidos a Amazon ebooks al mínimo precio permitido y hoy pueden ser descargados dentro de esta web de forma gratuita.

También es cierto que si un libro, por más bueno que sea, no es leído por nadie, es como si no existiera. Pero yo confío en que a la larga los míos serán leídos, aunque sea por poca gente.

El caso de María Reig es muy distinto. Ella comenzó con un claro fin en la mente. Su primer libro debía ser ya muy exitoso y para ello recurrió al micromecenazgo que le permitió comenzar con su explosiva carrera. Sin duda, el material ha de ser bueno, y prometo leerlo en cuanto pueda.

¡Enhorabuena María, y que sea por muchas más publicaciones!

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