Epílogo
Tiempo de cuarentena, tiempo de reflexión. Las conclusiones sobre los cuentos pueden cuestionarnos ¿cuál es nuestra posición frente a ellas?, ¿qué pensamos?, ¿qué podemos hacer al respecto?.. Si lo logran el libro habrá tenido un sentido. Aquí están..
El orgullo de los logros alcanzados en “Escudos”, la futilidad de los mismos frente a nuevas circunstancias y la imperiosa necesidad de aprender con humildad de los errores pasados para encarar el futuro son lecciones que nos deja este cuento.
Las desavenencias en las relaciones de “Cafés porteños”, la falta de comunicación, la subvaluación de la pareja y la necesidad de apelar a recursos legales para dirimir conflictos pudieron haberse evitado mediante un diálogo sincero antes.
En “El representante” surge el negocio alrededor del amateurismo. Los intereses económicos llegan a veces al límite de no ver a los jugadores como seres humanos sino como instrumentos de riqueza, pero existe la chance de no caer en ello.
“El discurso” muestra al profesional devenido en escritor planteándose con seriedad analizar todo el material leído desde su niñez. Un imprevisto echa por tierra lo anterior pero lo convierte luego en un éxito. No hay mal que por bien no venga.
La creatividad e imaginación se presentan en “Las estatuas”. Seres que la sociedad rechaza por su condición o procedencia recurren a ellas como medio de subsistencia. Los niños sabrán que estos recursos están disponibles ante emergencias.
La eficacia y la constancia de “La operadora” se suman a las virtudes anteriores. Aunque no recibamos una educación profesional, las realidades de todos los días nos dan la posibilidad de progresar en la Escuela de la Vida.
En “La playa” la sincera amistad establecida entre los padres de los alumnos se traduce en acciones concretas un año después. Los nuevos servicios que ofrecerá el mismo son producto del agradecimiento por haberse conocido.
La pregunta de “El cambio” es ¿por qué personas con inteligencia buscan atajos fáciles pero no santos, en vez de aprender conceptos útiles para el futuro? Esto se aplica a otros ámbitos sociales. ¿Inmadurez o delito? ¿Comodidad versus sacrificio?
“La clínica” nos presenta a la típica familia de profesionales con una oveja descarriada. Menosprecio e incomunicación con quien no sigue las pautas vigentes no permiten apreciar el potencial del mismo, el que surge en momentos inesperados.
Aferrarnos a nuestros paradigmas es peligroso. En “Sin plan” se ve como no tener una opción B si no se cumplen los mismos crea situaciones difíciles de remontar. ¿Debemos planificar para el peor escenario, esperando que ocurra el mejor?
Ya hay ejemplos de “IOT”. Los casos del libro magnifican dificultades con las que nos toparemos. Operarlos bien requerirá aprendizaje continuo y constancia. Por otro lado, la “actuación” profesional debe quedar al margen de situaciones personales.
“El encuentro” muestra la comunión entre generaciones de las últimas revoluciones: industrial, informática y robótica. La ignorancia derivada del crecimiento del conocimiento es superada por los valores personales y familiares.
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