Tony Salgado
Existen varios puntos de vista sobre si la libertad realmente existe, sobre si las personas tienen el poder de elegir entre alternativas genuinas.
El determinismo es el punto de vista según el cual todos los eventos son resultados inevitables de causas previas, de que todo lo que pasa tiene una razón de ser y que, por lo tanto, no somos libre de decidir.
Por otro lado, el indeterminismo es una forma del libertarismo en la que el libre albedrío realmente existe, y que esa libertad hace que las acciones sean un efecto sin causa.
Por ende, el incompatibilismo es el punto de vista según el cual no es posible reconciliar una creencia en un universo determinista con el verdadero libre albedrío o libertalismo.
El determinismo sostiene que cada situación se condiciona íntegramente y así es determinada por los estados de los propósitos que la precedieron.
Una de sus formas es el fatalismo, donde se afirma que existe una necesidad (destino) que rige todo, negando la libertad.
El determinismo filosófico es ilustrado a veces por la idea del demonio de Laplace, que conoce todos los hechos acerca del pasado y presente y todas las leyes naturales que gobiernan el mundo y utiliza este conocimiento para prever el futuro hasta el más mínimo detalle. El pensamiento de Laplace, sin embargo, no representa la postura científica actual acerca del tema.
Lucrecio afirmaba que el libre albedrío surge del azar, de movimientos caóticos de átomos llamados "clinamen".
Sam Harris expresa en su corto ensayo también titulado Free Will que cada elección que hacemos, se hace como resultado de causas que "están determinadas por causas anteriores o son producto de la casualidad y no somos responsables de ellas".
Baruch Spinoza comparó la creencia del hombre en el libre albedrío con una piedra que piensa que escogió el sendero al cual llegó por el aire y el lugar en el cual aterrizó.
En la Ética escribió: "Las decisiones de la mente no son nada salvo deseos, que varían según varias disposiciones puntuales". "No hay en la mente un absoluto libre albedrío, pero la mente es determinada por el desear esto o aquello, por una causa determinada a su vez por otra causa, y ésta a su vez por otra causa, y así hasta el infinito". "Los Hombres se creen libres porque ellos son conscientes de sus voluntades y deseos, pero son ignorantes de las causas por las cuales ellos son llevados al deseo y a la esperanza".
Arthur Schopenhauer, estando de acuerdo con Spinoza, escribió: "Todos creen a priori que son perfectamente libres, aun en sus acciones individuales, y piensan que a cada instante pueden comenzar otro capítulo de su vida... Pero a posteriori, por la experiencia, se dan cuenta —a su asombro— de que no son libres, sino sujetos a la necesidad; su conducta no cambia a pesar de todas las resoluciones y reflexiones que puedan llegar a tener. Desde el principio de sus vidas y al final de ellas, deben soportar el mismo carácter...”.
A favor del indeterminismo, los pitagóricos, Sócrates y Platón intentaron conciliar la libertad con el determinismo y la ley causal.
Aristóteles fue uno de los primeros en argumentar a favor del indeterminismo, basándose en el incompatibilismo, sosteniendo que una persona actúa libremente solo cuando ésta es la única que origina la causa que desencadena una acción y que podría haber terminado auténticamente de otra manera.
Joe Campbell en su libro Free Will, describe el problema como el "dilema del libre albedrío":
Si el determinismo es verdadero, entonces nadie tiene libre albedrío.
Si el indeterminismo es cierto, entonces nadie tiene libre albedrío.
Por lo tanto, nadie tiene libre albedrío.
René Descartes argumentó sobre la relación mente y cuerpo, llamada dualismo cartesiano, en donde la mente es una substancia distinta de la materia, el cuerpo, siendo inmaterial y estando fuera de toda ley física.
Creía que la mente ejercía control sobre el cuerpo a través de la glándula pineal. Cómo funciona esa interacción sigue siendo un tema polémico.
Gottfried Leibniz sostuvo que las mentes humanas son reflejos de Dios o pequeños dioses, como motores inmóviles, con independencia causal y la capacidad de pervivir el mundo. Esta doctrina se encuentra en el neoplatonismo y la doctrina del Génesis.
Duns Scoto sostuvo que "nada otro que la voluntad es la causa total de la volición de la voluntad". Dios como concibe Scoto, es la libertad absoluta.
Las elecciones individuales son un resultado entre muchos resultados posibles, todos los cuales son inducidos pero no son determinados por el pasado.
Incluso si el agente del albedrío se esfuerza espontáneamente en escoger entre las acciones disponibles, propiamente el agente no es el que origina la causa de la acción, porque nadie puede realizar las acciones que son imposibles, tal como volar con solo batir los brazos.
Aplicado a estados interiores, esta perspectiva sugiere que uno puede escoger entre las opciones en que uno piensa, pero no puede escoger una opción inverosímil de realizar.
Según esta opinión, las elecciones actuales pueden iniciar, determinar o limitar las elecciones futuras.
Quise compartir este artículo con ustedes ya que para mí este tema ha sido motivo de una gran duda, que me ha llevado a estudiar profundamente el tema.
Creo que no existe en ningún lado información alguna que pueda aportar un mínimo de claridad, desgraciadamente, para un cuestionamiento tan profundo.
Las opiniones que incluí en al artículo son solo un mínimo reflejo de todo los publicado a través de los tiempos sobre el tema, y que hoy está disponible en internet.
Finalmente, he dejado que siga siendo mi corazón y no mi mente finita, el que siga guiando mi proceder como hasta ahora.
Siento que soy consciente de lo bueno y lo malo que hay detrás de cada elección que se me presenta y experimento una profunda fe y tranquilidad de conciencia al optar por lo primero.
Espero que mi pobre opinión te pueda ayudar.
Tony Salgado
Comentarios