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Foto del escritorTony Salgado

Sacerdotes misioneros, una tarea difícil

El motivo por el cual decidí publicar este artículo en el Blog es para intentar desmitificar el erróneo concepto de la vida “fácil y cómoda” de los sacerdotes católicos, que solo se limitan a dar las misas, confesar fieles y algunos menesteres complementarios. Si bien ese puede ser el caso de algunos, no se puede generalizar ese concepto de ningún modo.

La verdadera vocación sacerdotal es la de llevar la Palabra de Dios a la mayor cantidad de personas posible; y en el lugar y momento que sus autoridades decidan, debiendo estar dispuestos a brindar ese servicio siempre….., aunque los territorios asignados no sean, por cierto, muy amigables que digamos..


Veintidós misioneros fueron asesinados en 2021

Informe de AICA (Agencia de Información Católica de Argentina)

Diciembre, 2021


“Según los datos de la Agencia misionera Fides, en los últimos 20 años, 536 misioneros han perdido la vida ejerciendo su labor.

Un total de 22 misioneros fueron asesinados en 2021 en el mundo, según datos de dicha Agencia. África es el continente más peligroso para ellos, máxime en los últimos años con motivo del auge yihadista en buena parte de sus estados, como Nigeria o Burkina Faso.

Según el último informe, fueron asesinados trece sacerdotes, tres religiosos (un hombre y dos mujeres) y seis laicos. En cuanto a la división continental, el mayor número se registra en África, donde fueron asesinados once misioneros (siete sacerdotes, dos religiosos y dos laicos); seguido de América, con siete misioneros asesinados (cuatro sacerdotes, uno religioso y dos laicos); Asia, donde fueron asesinados tres misioneros (un sacerdote y dos laicos) y Europa, donde fue asesinado un sacerdote.

La Agencia Fides explica que, desde hace algún tiempo, la lista anual no solo se refiere a misioneros en sentido estricto, sino que se trata de registrar a todos los cristianos católicos comprometidos de alguna manera en la actividad pastoral que murieron violentamente, no expresamente "por odio a la fe".

Por eso, en el informe no utilizan el término "mártires". Como lo demuestra la escasa información que se pudo recabar sobre sus biografías y sobre las circunstancias de sus muertes, “los misioneros asesinados no destacaron por sus obras, sino que simplemente daban testimonio de su fe en contextos de violencia, de conflicto social, de desigualdad, de explotación y de degradación moral y ambiental, donde la opresión del más fuerte sobre el más débil es una regla única, sin ningún respeto por la vida humana, por los derechos y por cualquier tipo de autoridad", señala el informe.

En este sentido, aseguran que fueron conscientes de todo y en muchas ocasiones habían nacido en esa misma tierra donde morían, por lo que conocían bien dónde estaban y no eran ingenuos.

Un ejemplo es el asesinato del p. John Gbakaan, párroco de la iglesia de San Antonio de Gulu, en el estado de Níger, asesinado el 15 de enero en la carretera Lambata-Lapai. El p. Gbakaan, junto con su hermano y otro sacerdote, estaban viajando a Makurdi para visitar a su madre. En el camino de regreso fueron atacados por hombres armados en la carretera Lambata-Lapai. El asalto tuvo lugar alrededor de las 21 horas. Los hombres fueron capturados por bandidos armados que luego llamaron a la diócesis, pidiendo la suma de treinta millones de nairas; que luego redujeron a cinco millones. Sin embargo, contemporáneamente, el cuerpo sin vida del sacerdote fue encontrado atado a un árbol cerca de la carretera donde tuvo lugar el secuestro. Al parecer, fue asesinado a puñaladas, tan violentas que ha sido difícil el reconocimiento de la víctima.

Esta historia nos remite a otra acaecida hace ya algunos años. En noviembre de 1989 fueron asesinados seis padres jesuitas, una de sus empleadas y la hija de ésta en la residencia de los padres, dentro de la Universidad Centroamericana, en San Salvador, El Salvador. Las víctimas fueron el rector de la UCA, el vicerrector, el director del Instituto de Derechos Humanos y dos profesores, la cocinera y su hija.

Estos asesinatos fueron una de las muy graves violaciones que el gobierno salvadoreño realizó durante el conflicto bélico y se enmarcó en la persecución y agresión sistemática de personas religiosas. Estos magnicidios fueron acontecimientos de una enorme trascendencia por los efectos que tuvieron, por lo que representaban en la sociedad las personas asesinadas y porque mostraron la naturaleza y los alcances del régimen militar”.

Por otro lado, mientras los números de la Iglesia en Europa siguen en descenso, la Iglesia en África continúa creciendo, según los datos publicados hoy por la agencia misionera Fides.

Disminuyen los obispos y seminaristas, aumentan los diáconos permanentes, el número de católicos en el mundo alcanzó los 1.344.403.000. Son algunos de los datos que surgen de las estadísticas de la Iglesia Católica publicadas con motivo de la 95ª Jornada Mundial de las Misiones, que se celebra en el mes de octubre pasado.

Las tablas están tomadas del último "Anuario estadístico de la Iglesia" y se refieren a los miembros de la Iglesia, estructuras pastorales, actividades en los campos de la salud, el bienestar y la educación.

Crece el número de católicos en el mundo, excepto en Europa, única geografía que va en contra de dicha tendencia, donde hay un descenso de 292 mil personas..

Los datos indican que los católicos aumentaron 15,4 millones a nivel mundial, en comparación con el año anterior. El porcentaje mundial alcanza así el 18% (1.344 de los 7.700 millones de personas en el mundo).

El número de católicos por sacerdote ha aumentado globalmente en 35 fieles, alcanzando la cifra de 3.245. Se registraron aumentos en América, Europa y Oceanía; mientras que se redujeron en Asia y África.

Las estaciones misioneras con un sacerdote residente son un total de 3217, con las mismas tendencias anteriores por continente

El número total de obispos alcanzó los 5.364, con 4.134 obispos diocesanos, y 1.230 obispos religiosos (pertenecientes a órdenes religiosas). Mientras que los diocesanos aumentan, los religiosos disminuyen en todos los continentes”.


- La primera conclusión que obtengo es la de mi respeto por la decisión de los sacerdotes de estar siempre dispuestos a ejercer adonde sean enviados, en la geografía y el país que se trate, ya sea una democracia occidental o uno altamente conflictivo en el Medio Oriente, y cumplir allí con la promesa hecha en su toma de hábitos.

- La segunda es la coherencia entre lo que creen, sienten y hacen; debiendo soportar toda la mala prensa vertida sobre ellos, cuando en realidad los verdaderos responsables de la debacle católica de la segunda mitad del siglo XX están muy lejos, en general en los puestos de privilegio del Vaticano, en las cercanías del Papa.

- La última y más impactante para mí es la gran crisis de vocaciones sacerdotales que fácilmente percibimos, por lo menos en Argentina y España. Cuando veo las colas de fieles a la espera de ingresar en las iglesias evangelistas y otras similares, producto de la falta de aggiornamento de nuestra iglesia católica, confieso que si bien creo que tienen su motivo, por otro lado se me retuercen las tripas.


¿Es, en definitiva, un conflicto entre el celibato y la cruz por un lado, y la vigencia absoluta y única del Evangelio, por el otro? ¿Tal vez un cambio de apóstol: Mateo y Juan, en lugar de Pedro? ¿Una crítica a la riqueza del Vaticano, aun cuando en la nueva profesión de fe se pida el porte de un porcentaje del sueldo para ingresar? ¿Un alejamiento por las últimas corrupciones morales dadas a conocer?

Creo que cuando Martín Lutero e Ítalo Calvino plantearon sus desacuerdos con el modo en que la autoridad papal era ejercida, jamás imaginaron que ellos darían lugar a un cisma cristiano de las proporciones que estamos viviendo hoy, y que no hace más que agravar los conflictos y las desavenencias que ya acontecen dentro de los mismos pueblos.

Pero, en definitiva, como creo que es muy fácil criticar desde una zona confort sin hacer nada al respecto, decidí participar activamente a partir de ahora, de modo que les iré compartiendo en el futuro mis nuevas experiencias.


1 comentario

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Cuesta con dolor reconocerlo pero me temo que quienes tildan de extremistas a estos profesionales del Amor, lejos estan de entender los que los moviliza en realidad hacia la actividad misionera. No pasa por agradar a nadie. No pasa por "ascender" dentro de ninguna jerarquía. No pasa por ganar poder o Influencia sobre nada.

Tampoco por pretender sumar méritos de sacrificio personal a traves de una existencia sombria o atormentada, para lograr una recompensa mayor al final... .

Quien pretenda juzgarlos por estas métricas lejos está de conocer su realidad. Tiene mas bien que ver con el profundo agradecimiento con el que transitan su vida humana y con la búsqueda constante de hacerla cada dia mas feliz.

No pueden ser…

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