¡Hola! Soy Tony
Creé Trazando Surcos para compartir mis escritos que son pensamientos, reflexiones y notas de interés.
SOY INGENIERO, ESCRITOR Y MENTOR
Te invito conocer mi historia..
Hace ya tres cuartos de siglo que comparto este mundo con otros siete mil millones de seres y estoy casado hace cincuenta años con Norma, mi compañera de toda la vida.
Con ella engendramos tres seres maravillosos; Alejandro, Natalia y Patricia, que nos regalaron a la fecha cuatro hermosos nietos, dos catalanes y dos argentinas.
Mi sangre gallega
Mis padres eran inmigrantes gallegos que llegaron a Argentina a fines de la década de 1920 cargados de ilusiones. No era para menos. Latinoamérica era el destino para muchos de ellos, que huían de la pobreza y el hambre. Pero llegaron tarde. Otros inmigrantes ya los habían precedido y comprado las tierras de este país tan generoso que los acogió a todos.
El rol de mi hermano
En Buenos Aires nacimos mi hermano Raúl, ocho años mayor que yo, y quien escribe, cuando creían que la fábrica se había cerrado.
Fui un niño pobre pero feliz hasta la muerte de mi padre, cuando yo iba a cumplir diez años. Mi hermano asumió su rol y sacó la familia adelante, trabajando y estudiando, recibiéndose en Ciencias Económicas. Yo acompañé lo mejor que pude a mi madre, enferma, en sus últimos años.
El ejemplo de mi hermano constituyó para mí un modelo. Para salir adelante en la vida hay que sacrificarse. Trabajar y estudiar es la única receta, sin malgastar en tiempo. No hay atajos para la vida de la gente humilde.
Mi carrera profesional
Así lo hice y me recibí de ingeniero industrial en la UBA a los veinticuatro años, cuando simultáneamente ingresé en la que habría de ser mi compañía de toda la vida, IBM. Allí permanecí durante más de cuarenta años hasta que me jubilé en 2011.
Pronto descubrí que había un mundo fuera de las paredes de esta empresa, en el que nunca había incursionado hasta ese momento.
Existían nuevos desafíos para alguien que, como yo, estaba acostumbrado a aceptar y superar retos, por más difíciles que pareciesen.
Me convertí en escritor
Fue así como, colgados los botines del equipo de los Negocios, decidí cambiar los números por las letras y comencé a vestir la camiseta del de los Escritores.
Creo que siempre tuve una cierta vena para empujar el lápiz (horror! … qué antigüedad), o más recientemente pulsar las teclas de los PCs o smartphones.
El resultado fue que en los últimos diez años vieron la luz catorce libros de diversos estilos; biografías, novelas, cuentos, ensayos y otros tipos de redacción. Los podes encontrar aquí.
En paralelo ayudé a varias ONGs como soporte informático, mentor, instructor y tratando de difundir, siempre que pude, La Palabra.
Sentí y lo sigo haciendo, que mi deber es devolver a la sociedad una parte de lo que ella me brindó gratuitamente durante mi juventud. Algo muy difícil de encontrar en otros países, incluso en los catalogados como del Primer Mundo.
Esto despertó en mí una inquietud.
En efecto, cuando miro al mundo que nos rodea, creo que quienes hoy cargamos bastantes años sobre nuestras espaldas tenemos la obligación de compartir nuestras lecciones de vida aprendidas con esfuerzo y frustraciones, con quienes nos están sucediendo en las gestiones activas en nuestras sociedades.
Sé que muchas veces esto es bastante difícil de lograr ya que en algunos ámbitos somos ya considerados como personas descartadas y obsoletas. No obstante, y aunque este fuera el caso, creo que debemos intentarlo. Siempre será mejor que no hacerlo.
TRAZANDO SURCOS
Con esta inquietud enquistada en lo más profundo de mi ser, mi espíritu emprendedor me indicó el camino a seguir.
Debía crear un sitio en la red y un blog para que, entre todos los que compartamos esta idea, podamos acercar propuestas de un modo sencillo y dinámico.
¡Muchas gracias por leerme!