Editado por Tony Salgado
En los últimos días se ha observado un aumento repentino en las temperaturas de la estratósfera, la segunda capa de la atmósfera terrestre, de 35 km de espesor.
La primera capa, la más cercana a la superficie, se llama tropósfera, y llega hasta los 15 km de altura.
Los eventos de calentamiento estratosférico súbito (SSW) son raros en el hemisferio sur, pero cuando ocurren son poderosos y sus efectos son significativos en todo el planeta.
Este calentamiento se produce cuando el ascenso de temperatura en la estratósfera es de más de 25 ºC en menos de una semana.
Por lo general, la anomalía de temperatura puede llegar a alcanzar los 50 ºC, y el impacto en los patrones climáticos hemisféricos es inevitable.
Este tipo de comportamiento de la atmósfera, sucede con más frecuencia en el hemisferio norte y en particular en invierno, afectando los patrones climáticos estacionales y generando importantes entradas de aire frío de origen polar sobre todo el hemisferio boreal.
En particular, en el pasado invierno boreal, el SSW fue el responsable de fuertes olas de aire frío sobre Europa y Norteamérica, pero también ha provocado que sobre el Ártico, las temperaturas hayan sido más altas de lo normal.
También suele producir un aumento de precipitaciones y vientos más intensos en determinadas regiones.
Por el momento, la situación de calentamiento actual no ha alcanzado la categoría de SSW, pero las previsiones indican que la temperatura seguirá subiendo los próximos días y comenzará a impactar en el clima austral.
Si bien el evento de calentamiento estratosférico súbito austral puede ser similar a su homónimo boreal, sus impactos sobre el clima pueden ser diferentes.
Esto sucede porque el hemisferio sur es más marítimo que el hemisferio norte, y allí la influencia orográfica del terreno y los sistemas de presión, suelen funcionar como obstáculos, pudiendo alterar la estructura de la circulación polar más cercana a la superficie.
Al tener una mayor superficie marina (libre de obstáculos) el hemisferio sur, esta se altera menos.
Por otro lado, el vórtice polar es una banda de fuertes vientos del oeste que se forma en la estratosfera, entre 15 y 30 kilómetros por encima de los polos cada invierno.
Los vientos intensos del vórtice, circunvalan en la altura una gran reserva de aire extremadamente frío en altura, limitada a regiones polares.
El aire frío se mantiene confinado a las regiones polares con una fuerte corriente en chorro polar.
Si esta se debilita como consecuencia de un súbito calentamiento estratosférico, el aire frío se desplazará más hacia el ecuador, y el aire más cálido puede llegar a regiones subpolares.
Este chorro es una estructura de vientos intensos permanente, que también soplan del oeste a este todo el año, entre los 40º y los 50º de latitud y a una altura de 7 a 12 km.
Marca el límite entre el aire más frío de los polos con el aire más cálido de las latitudes medias, y es más fuerte en invierno, cuando el aire frío polar es más frío. Pero si la corriente en chorro polar se debilita, el aire polar frío puede avanzar más hacia el norte, alejándose mucho más de la Antártida.
No siempre el calentamiento en la estratosfera afecta de manera directa a los patrones climáticos de la tropósfera (la capa más cercana al suelo, allí donde suceden todos los fenómenos meteorológicos), ni tampoco su impacto es inmediato.
En nuestro hemisferio, los eventos SSW pueden modificar estos patrones algunas semanas después de observarse este súbito calentamiento, y cuando lo hace, sus efectos en latitudes medias pueden ser extremos.
El Modo Anular Sur (SAM) es un indicador para monitorear la posición de los vientos del oeste que fluyen entre la Antártida y los continentes.
Cuando el SAM se encuentra en fase negativa, esos vientos del oeste se ubican más al norte de lo habitual para esa época del año, facilitando el avance hacia el norte de los frentes de aire frío.
Cuando el SAM es positivo, los vientos del oeste se retraen hacia la Antártida, haciendo que los frentes de aire frío no se desplacen mucho hacia el norte.
Se detectó calentamiento en la estratosfera sobre la región antártica durante el mes de Julio, lo que disparó todas las luces de alarma de un evento SSW en el hemisferio sur.
Los modelos de pronóstico predijeron que el calentamiento estratosférico continuaría durante agosto, lo que efectivamente ocurrió.
En el caso de que un evento SSW baje hasta la troposfera, puede hacer que la corriente en chorro polar se debilite.
Y si esto sucede, la corriente en chorro se ondula empujando al aire cálido hacia las zonas polares, y el aire frío hacia los trópicos.
De esa forma se afectarán los patrones de precipitación, temperatura y vientos en el sur de Sudamérica.
Es de esperarse que la corriente en chorro se debilite, generando una reacción en cadena que pueden hacer que el SAM cambie a una fase negativa, lo que generalmente impacta en la región, generando:
Más frecuentes y profundas entradas de aire frío de origen polar y sistemas de baja presión sobre el sur y centro sur de Argentina y Chile, y en Uruguay. Esto implica que para lo que resta de julio y en agosto, podemos tener más anomalías negativas significativas de temperatura (más días fríos).
Aumento del potencial de precipitaciones y nieve en la Patagonia.
Vientos más fuertes en el centro y sur de Argentina y Chile.
Aumento de precipitación sobre el centro y sur de Argentina y Chile en la primavera, y lo mismo en Uruguay.
Creo que estos cambios en los patrones, tanto en la estratósfera como en la topósfera, son los efectos directos de un calentamiento global que ya está ocurriendo desde hace tiempo y que ahora ya empezamos a percibir, peligrosamente.
Los récords de temperatura que se van sucediendo, tanto en los inviernos como en los veranos de ambos hemisferios, marcan una tendencia que, de no mediar una acción relevante por parte de los humanos, nos llevará a situaciones límites de efectos impensados y catastróficos.
El tiempo para reaccionar sigue transcurriendo y más pronto que tarde cruzaremos el límite, después del cual ya será tarde para reaccionar.
Ojalá que los grandes generadores de este fenómeno comiencen ya mismo a tomar cartas en el asunto. No tienen el derecho de exponer a toda la humanidad a esta situación de zozobra.
Tony Salgado
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