Estimado lector,
Siguiendo en la línea de publicaciones sobre avances tecnológicos, iniciada con el artículo sobre Inteligencia Artificial, traigo hoy a tu atención uno referente a otro campo de acción, la Biotecnología.
Para hacerlo elegí a una empresa especializada en este tema desde el mismo momento de su creación. Con Casa Matriz en California, posee una sede en Barcelona, que la convirtió en pionera en Europa en esta importante especialidad científica.
Como siempre, te espero al final del artículo, para compartirte mis conclusiones.
Cómo la biotecnología puede cambiar el futuro de las enfermedades
La Vanguardia, 2020
Núria Peraire
“Amgen es una de las principales empresas biotecnológicas del mundo. Se trata de una empresa basada en valores, profundamente arraigada en la ciencia y la innovación para transformar nuevas ideas y descubrimientos en medicamentos para pacientes con enfermedades graves, descubriendo, desarrollando, fabricando y suministrando terapias humanas innovadoras. Este enfoque comienza con el uso de herramientas como la genética humana avanzada para desentrañar las complejidades de la enfermedad y comprender los fundamentos de la biología humana.
Se centra en áreas de gran necesidad médica insatisfecha y aprovecha su experiencia para buscar soluciones que mejoren los resultados sanitarios y la vida de las personas. Innovadora en biotecnología, ha crecido hasta convertirse en una de las principales empresas biotecnológicas independientes del mundo, ha llegado a millones de pacientes y está desarrollando una cartera de medicamentos con un gran potencial. La compañía está en la vanguardia de los tratamientos biológicos en áreas médicas como oncología, hematología o cardiología, entre otras.
Actualmente celebra su 30 aniversario. Con sede en Barcelona, España es el quinto mercado mundial para la compañía y el tercero en Europa.
Pocos hallazgos han sido tan relevantes en la historia de la medicina como el descubrimiento de la información contenida en el ADN a principio de los años cincuenta.
Este gran avance sentó las bases de la biotecnología moderna y desde esa fecha los científicos se han dedicado incansablemente a descodificar letra a letra la secuencia del genoma, lo que ha posibilitado el desarrollo de herramientas que han proporcionado grandes avances en medicina y están siendo clave en la mejora del tratamiento de muchas enfermedades.
El ADN es una molécula que almacena toda la información genética que conforma a un ser vivo y está “escrita” con una combinación de cuatro moléculas que se representan con las letras: G, A, T, C. Un ser humano es una secuencia de ADN con 3.200 millones de estas letras. El orden en el que se disponen estos cuatro elementos básicos forma los diferentes genes y cada gen contiene las instrucciones necesarias para formar una proteína específica. Por eso, a veces, se habla del genoma como de un libro con letras y palabras.
Todo ese conocimiento permitió relacionar los genes de una célula específica con el origen de las enfermedades, ya que muchas de ellas se deben a genes activados o desactivados incorrectamente. Una muestra de la importancia de entender el ADN y sus alteraciones es la concesión del premio Nobel de Química de 2020 a la bioquímica y microbióloga Emmanuelle Charpentier y a la profesora de química y biología molecular Jennifer Doudna, por el desarrollo de una técnica para editar de manera precisa el genoma: la tecnología CRISPR/Cas9 conocida como “las tijeras genéticas”, que permite modificar los genes cortando los fragmentos alterados, que se relacionan con el desarrollo de enfermedades.
Existe el convencimiento de que los próximos avances científicos tendrán lugar en el área de las ciencias biológicas mediante el estudio de la genética humana, que ya están demostrando su capacidad para resolver los desafíos más importantes de la humanidad.
Desde su creación, los fundadores de Amgen supieron ver que la cura de muchas enfermedades se encuentra dentro de cada uno de nosotros, por lo que decidieron aprovechar el conocimiento de la biología molecular para diferenciarse de otras compañías farmacéuticas. Se centraron en analizar las complejidades de las enfermedades, en conocer mejor su origen y descubrir terapias innovadoras que pudieran mejorar la vida de los pacientes.
Por todo ello, está a la vanguardia de los tratamientos biológicos más desarrollados y trabaja para dar respuesta en áreas tan importantes como la oncología, la hematología, la cardiología, la nefrología, las enfermedades cardiovasculares, las inflamatorias y el metabolismo óseo.
El conocimiento de la información contenida en el ADN es clave en el desarrollo de nuevos fármacos biológicos para tratar el cáncer o enfermedades cardiovasculares. Allí los científicos han descubierto factores genéticos esenciales que las subyacen, habiendo publicado en 2019 el mapa más preciso del genoma humano.
Hay suficiente información en bruto en un solo genoma humano para llenar una pequeña biblioteca. Los datos que fluyen de varias ramas de la ómica (ciencias de estudio de un gran número de moléculas) son como píxeles que se pueden juntar para construir una imagen más nítida de cómo la enfermedad se arraiga y se desarrolla”
Además, las tecnologías basadas en el estudio a gran escala de muchos genes, proteínas y metabolitos tienen el potencial de ofrecer nuevos biomarcadores para el diagnóstico más temprano de algunas enfermedades. Esto facilita que los ensayos clínicos de los medicamentos sean más exitosos y así se puedan aprobar antes y llegar rápidamente a los pacientes.
Pero esta tecnología no solo agiliza el proceso, sino que permite avanzar hacia una medicina cada vez más dirigida, acorde a la información genética y las características individuales de cada paciente.
Será posible predecir cómo va a evolucionar su enfermedad y se podrá mejorar la capacidad de prevenir enfermedades antes de que se vuelvan más graves.
La empresa está trabajando actualmente en la investigación del cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP), un tipo de cáncer de pulmón que representa hasta el 85% de los casos.
Los investigadores han logrado descubrir un inhibidor efectivo de un subtipo de mutación del gen KRAS, presente en uno de cada ocho nuevos diagnósticos de este tipo de cáncer, una diana que se consideraba “intratable” hasta hace poco tiempo.
Además, desde hace años, Amgen investiga nuevas vías para combatir el cáncer mediante la inmunoterapia, una nueva clase de terapias biológicas orientadas a aumentar la capacidad del sistema inmunitario para detectar y destruir las células cancerígenas; es el caso de la innovadora plataforma de tecnología BiTE ®.
Precisamente la inmunoncología es una de las áreas de investigación donde se está avanzando más en el diseño de fármacos gracias a la ingeniería genética, una pieza clave de la biotecnología que cambió el paradigma del descubrimiento de fármacos.
La ingeniería genética permite a los científicos fabricar moléculas complejas, que sería imposible obtener a través de la síntesis química.
Mientras los primeros fármacos biotecnológicos eran versiones modificadas de proteínas humanas, ahora se pueden diseñar estructuras moleculares complejas gracias al uso de tecnologías sofisticadas.
En la actualidad, la compañía trabaja para convertir medio centenar de moléculas en desarrollo en fármacos biológicos eficaces y seguros.
Cuando irrumpió la pandemia la compañía decidió poner todo su conocimiento y capacidad al servicio de la urgencia en la que nos encontrábamos.
Decidió utilizar sus capacidades de secuenciación de ADN para rastrear la propagación del coronavirus mediante el estudio de mutaciones genéticas en SARS-CoV-2, el virus de la Covid-19.
Midió la durabilidad de los anticuerpos humanos contra el virus y resultó ser un estudio determinante. Los resultados de CODE confirmaron la preocupación del efecto que tienen las personas asintomáticas en la propagación del virus.
Una vez más se demostró cómo el entendimiento del ADN ha sido esencial para avanzar en la lucha contra las enfermedades”.
Bueno, aquí estoy. ¿Qué te pareció lo que acabas de leer?
Creo que la última mitad del siglo pasado fue testigo del desarrollo espectacular de nuevas ciencias asociadas a la tecnología, y la biológica no ha sido la excepción.
El análisis de la información contenida en el ADN, la combinación de las cuatro letras (G,A,T y C) de sus moléculas y la secuenciación de los miles de millones de ellas han superado todos los pronósticos sobre esta evolución científica.
Y, por si esto fuera poco, que una técnica tan común como “cortar y pegar”, al alcance de cualquiera de nosotros, sea uno de los mecanismos para reparar deformaciones e, incluso, prevenir y evitar las dos principales causas de muerte a nivel mundial como el cáncer y las enfermedades cardíacas, es, sencillamente increíble.
Resta solo saber si su asociación con otros adelantos tecnológicos como la Inteligencia Artificial y los Macrodatos, pueden potenciar aún más su alcance.
Me gustaría conocer tu opinión al respecto y te agradezco por el tiempo invertido en la lectura de este artículo.
Muy buen informe, todavía mucha gente no tiene está información, pués estamos en un período de transición el siglo XXI, es lo que se viene. Algo similar salvando las distancias lo fué en el siglo anterior con la Revolución Industrial. Muy interesante, aguardo recibir más información a través de éste medio.